7/9/12

El Amor: La arista perversa

Mi postura radica en determinar que el amor es sólo una arista perversa de las tantas que maneja la memoria. Siendo que esta última se encarga de enfocar sobre un tema en particular, o anular por completo todo tipo de vivencia relacionada a algún acontecimiento determinado; es así que queda plenamente determinado, al menos a mi modo de ver, que el concepto de amor que comprendemos, es perfectamente intercambiable por algún otro recuerdo, o anulable por completo, en casos extremos.
Que quien perdió su memoria intente amar a esa persona a quien ya hoy no recuerda. Luego me cuentan.

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