22/2/14

Manipulación indecente

Es sabido que nos meten cosas en la cabeza. Es época de dominación psíquica. La cosa es que, o bien no nos damos cuenta, o bien no queremos darnos cuenta. Para mí Violencia Rivas es un personage increíble, con una genialidad que sobrepasa la media del humor. Pero no sólo del humor, sino que es también un grito de auxilio, una forma de decirnos que abramos los ojos. Que nos despertemos. Este trasfondo es a veces muy duro de aceptar. Vivimos dentro de una comodidad supérflua. Pero también vivimos dentro de un esquema de manipulación. Una manipulación que es indecente. Violenta. Los métodos hipnóticos utilizados por la televisión, o la insistencia de YouTube en que miremos publicidades que no nos interesan, nos destrozan el cerebro. En un mundo dirigido por marcas y su costado subliminal no tenemos muchas salidas posibles. En un mundo de distracciones permanentes no tenemos la posibilidad de volver a las raíces, a disfrutar de la naturaleza, del contacto humano, de una buena conversación en donde los espacios en blanco no son incómodos, sino que forman parte de la fluidez del momento. Pero claro, lo primero que nos pasa es que nos ponemos nerviosos si no miramos cuántos likes tenemos en el facebook, o si nos escribió alguien. A diferencia de que ni siquiera tenemos que llegar a casa para eso, porque gracias a la super tecnología podemos estar en trance todo el tiempo posible. La puta madre que los parió. Esta situación me hace mal, y no sé de qué manera se la puede transformar. Me siento impotente. Me da miedo el futuro. Me dan miedo los niños que hoy crecen bajo los brazos distraídos de sus madres, con la atención dirigida a lo que nos dicen por la televisión, bajo la falta de la comunicación verdadera. La crianza debe tener el esfuerzo y la labor de permitirnos desarrollar la habilidad para conectarnos con el otro. Para desarrollar la empatía. Y esto no es joda. Si no hay empatía no hay sensación de la otredad. Nos vamos a transformar en un grupo de individuos, totalmente separados el uno del otro, sin saber que formamos parte de un todo. Y que somos la misma cosa. Y que nos vamos a morir un día, y que si la vida nos da la afortunada posibilidad de reflexionar esos segundos antes de rajar para el lado del que vinimos, yo sólo quisiera que no me pase una sola cosa: arrepentirme de haber vivido durmiendo. O sin darme cuenta de que esto es un sueño hermoso.

5 comentarios:

Alex dijo...

Pesi, este es usté?
Me quedo con las frases del final, son tan lindas que a lo mejor te las robo y todo.

Sacá la verificación por dios, que es un soberano dolor de huevos

Pesimista Necesario dijo...

Alex, este soy yo. Como siempre desvariando bajo el paraguas de una dicotomía casi imperfecta. Voy a sacar la verificación

Pesimista Necesario dijo...

Respecto a las frases del final, no hace falta robármelas, son suyas, mi estimada.

Maurus dijo...

Excelente post!!! Como extrañaba tus post chabon!!!!

Pesimista Necesario dijo...

Gracias maurus. Recien veo el comentarios. Saludos