19/8/06

Autodefinidos, hoy y siempre...

Me encontraba en mi casa, situada frente a una gran extensión de agua salada, acompañado de una cerveza inglesa e intentando interpretar un texto de un autor anónimo que someramente explicaba los inicios de la organizacion terrorista Vasca. De improviso escucho la onomatopeya de un quejido que provenía de afuera.
Era un ser diminuto en su especie que había tropezado mientras se aproximaba a mis aposentos dando saltos cual si fuese un batracio anuro.
Toca a mi puerta dirigiéndose a mi persona con el apócope de papá.
Una vez que abro, lo veo ahí parado, súmamente extasiado a causa del agitamiento; su cuerpecillo parecía un gran átomo con carga eléctrica.
Lo regaño antes que emita palabra:
- ¿Cómo te atreves a dirigirte a mi persona de ese modo?
- Discúlpeme, ¿aquí no vive el Dios egipcio del Sol? - preguntó con una voz extraña, poco común y muy distraído.
Con una negación le respondo atinándo a cerrar la puerta de una vez.
- ¡Diez veces cien veces te lo dije! - exclamó al aire, y agregó - ¡Existir o no existir! ése es el asunto.
Quedé atónito mirándolo fijamente mientras el pequeño ser metía su manecita en el bolsillo del pantalón y sacaba un recipiente que contenía algo similar a una desinencia de alcoholes.
- ¿Qué es eso? - pregunté
A lo que respondió - El nombre de una consonante.
Y ahí me cagó porque no pude sacar cuál era la palabra transversal entre medio de las "E" (segunda vocal en plural)...

3 comentarios:

Mantis dijo...

Me gustó. Y nada, eso.

Aunque a mi novia le guste más jugar al Rummy 21 que al crucigrama.

Anónimo dijo...

Tu blog me parece demasiado pretencioso.
Fin de comment.

Pesimista Necesario dijo...

Julieta: Favor de explicarse.
Gracias