- Blog creado por un pesimista.
- A quien no le caiga bien el pesimismo, por favor, comente igual ya que es interesantísimo una opinión de la oposición.
- Si desea generar debates, hágalo, no se autocensure.
- Supongo que la permisividad dentro de este blog es bastante amplia, de todos modos lo cercioraré con el tiempo, si es que esto tiene éxito... que no creo.
- Nada más.
- Mis saludos a quienes no les agradan las "cosas".
4 comentarios:
Las cosas son buenas
Las cosas son lindas
Por eso en mi casa
tengo pilas de cosas
Poema adjudicado a Jorge Luis Borges (aunque no sé si será cierto)
"Pesimista yo? jamássssss"... esbozan los agotadores, tediosos, irremediables, mediocres e incultos seres, todos aquellos que ocultan su desprecio (propio) bajo la simple sonrisa perfecta e irritante, cuan estúpida y repentina irrumpe nuestras mentes al punto del agobio; y si explicación alguna debería descifrar, cada día agrego a la lista un fenómento más, entonces medito convencida:"Piedad a todos ellos, quizá no lleguen nunca a comprender que bajo su ego infernal -quien se ahoga en la simple necedad-, piden a gritos una tregua de cariño, una razón para vivir, y a la vez, vacíos de recuerdos, de afectos, de vida, se sumergen en su peor oscuridad: su interior inalcanzable, extraviado tras el vacío intransitable.
Usuario anónimo, agradezco su comentario, la narrativa contiene muchos elementos poéticos y repasar con la vista los susodichos me provoca una especie de goce.
Saludos
PALABRAS
Tan fluidas a veces, y otras... súbitamente perecen; cuando al requerirlas necesarias, inquietante me percato que se han ido... me han abandonado. Lo han hecho con la habilidad mas ventajosa y el ingenio escurridizo que solo a ustedes -“palabras”- les atribuyo. Cuestiono la razón se su partida, de su ausencia repentina, e irritada busco en vano, el por qué de su abandono. La ira me estremece, mas no comprendo su atropello. ¿Por qué no están conmigo? A mi entender son simples transeúntes, tal vez pequeñas y fugases visitantes que invaden mi pensar cada jornada, serviciales y entendidas, prolijas y dispuestas, atestiguan mis ideas, fomentando el mas variado catálogo de opciones. Es simple su labor, no comprendo su atrevida insensatez. ¿Cómo es posible que se entreguen al desgano?
Por un momento, lejana y taciturna reflexiono. Quizá sea yo quien deba replantear mis atributos, amedrentar mis arrebatos, por un instante comprender su léxico, y así tal vez podré escuchar esas palabras “sin forma”, pero con una gramática perfecta, esas “frases” inconexas, pero con el mejor de los sentidos, esa voz sin “sonido”, pero con el perfecto desatino de una pasión que pide a gritos, sepa comprender su melodía.
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