1/3/14

Una marca, un/a boludo/a

El otro día tuve un flash. Medio raro. Estaba mirando un frasco de azúcar. La cosa es que este frasco, cilíndrico, tiene una etiqueta que lo envuelve en su totalidad. Hay un dibujito pedorro adelante (volvemos al problema ya planteado hace unos años en este mismo blog de "adónde es adelante y atrás en un cilindro", pero se entiende), con frutas, colores y una cucharada perfecta que contiene una montaña perfecta de azúcar. En el dorso (no voy a volver a repetir lo del cilindro) te meten toda una explicación sobre el contenido. Hay tantas cosas escritas. Pero tantas... para un puto frasco de azúcar. "La fructosa, un azúcar de origen natural. La fructosa es un azúcar de origen natural que encontramos en las frutas y en la miel. Posee virtudes nutricionales y gustativas incomparables" (lamento si se hace largo, pero es que cada vez que lo leo me parto el ojete de risa y de odio) y sigue: "Una alternativa ligera al azúcar clásico. Su poder azucarador es dos veces superior al del azúcar clásica. Así, para un mismo sabor azucarado, utilizados dos veces menos de fructosa bla bla bla..." "Un azúcar que revela los sabores. Sus cualidades gustativas realzan el sabor natural de las frutas, este azúcar natural es ideal para sus compotas y sus dulces hechos en casa" "Un índice glucémico bajo. Esto quiere decir que difunde progresivamente su energía al organismo" y sigue, y sigue. Y sigue. Hijos de puta. ES AZUCAR! Alguien con dos dedos de frente podría explicarme por qué hacen esto? Alguien con un sentido lógico sobre este mundo pelotudizado podría decirme cómo es esta situación posible? Estamos hablando de azúcar! Se saque de donde se saque va a seguir siendo azúcar! Pero no. No puedo ante estas estupideces.

El flash del que les quería hablar (tenía que dar la intro con lo del azúcar), es que a partir de esto no tuve otro remedio que pensar que nosotros estamos en la misma. Y somos, como el azúcar, sólo seres humanos. En nuestro caso lo único que nos falta es que Nike ponga la pipa en la parte delantera de la remera (como bien lo hace) y atrás toda la explicación de lo que representa usar esa marca "Esta persona es cool, deportista (o no), tiene un sentido de la estética perfectamente adaptado a las necesidades de prejuicio social de esta época. Es una persona activa. Cuenta con el apoyo de las grandes multinacionales y nunca se va a dar cuenta de que ese apoyo no existe, y que encima él pasó a ser uno de sus productos publicitarios. En pocas palabras un groso". También me imagino una escritura similar todo a lo largo de algún cinturón de baja calidad con las siglas DG: "La composición de esta persona es 90% plástico, 10% conchuda. Sale con sus amigas a discotecas en donde sólo hay que tener tetas para entrar. No come mucho. Si lo hace vomita. Se lía con tipos que no valen un mango, pero que, dentro de todo, pertenecen a su misma raza. Ella es súper, genial, moderna, puta y un poco idiota. Ella es tu modelo a seguir, hacelo y suicidate en masa".

Contado de esta manera puede resultar un poco violento. Pero lo que verdaderamente es violento para mí, es que no existan estas escrituras en los atuendos de las "etiquetas" humanas. Sino que existan en lo subliminal de sus publicidades. 

2 comentarios:

Alex dijo...

¡chan!
sep, volviste hecho un energúmeno, un energúmeno ácido pero que deja las cosas claras, como son, como quien diría, un post para dummies.

besotes, qué lindo leerte otra vez

sacá la verificación, lo voy a escribir en cada comentario

Pesimista Necesario dijo...

Claramente soy un producto del hastío. que lindo que me lea, Alex. Más besotes para usted.